Introducción
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Tanto los niños como los adultos son susceptibles de sufrir efectos adversos por la exposición al plomo, aunque hay diferencias entre ellos en cuanto a las vías típicas de exposición y sus efectos.
- Los niños que viven en hogares construidos antes de 1978 (y especialmente los del centro de las ciudades, o los construidos antes de 1950) tienen mayor riesgo de exposición.
- Los adultos que trabajan en lugares en que se manejan productos con plomo pueden estar expuestos en su lugar de trabajo.
- Los fetos en desarrollo también están en riesgo de sufrir consecuencias adversas en su salud (menos del 1% tienen niveles mayores o iguales a 10 µg/dL), pues los niveles que representan un riesgo para el feto no necesariamente representan un riesgo para la madre.
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Niños
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Aunque los niveles de plomo en sangre en los niños han bajado en las décadas recientes, algunas poblaciones de niños aún tienen un riesgo considerable de envenenamiento por plomo.
- De manera particular, los niños que viven en hogares viejos es más probable que tengan niveles elevados de plomo en sangre.
- Es importante aclarar que ningún subgrupo racial/étnico está exento de tener niveles altos de plomo en sangre, ni de sufrir efectos adversos en su salud por esta causa.
- Aproximadamente 17% de los niños que, entre 1997 y 2001, tenían niveles elevados de plomo en sangre, eran blancos no hispanos, 60% eran negros no hispanos, 16% eran hispanos y 7% pertenecían a otras razas o grupos étnicos. (CDC 2003).
- Estos niños es más probable que sean pobres y que provengan de grupos raciales/étnicos minoritarios que no pueden permitirse una vivienda adecuada.
Debido a su comportamiento y a su fisiología, los niños se ven más afectados que los adultos por la exposición al plomo.
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Los niños absorben con más facilidad el plomo ingerido que los adultos.
- Generalmente, los niños ingieren tierra y polvo caseros contaminados con plomo a tasas mayores que los adultos por su costumbre de llevarse continuamente las manos a la boca.
- Los niños que exhiben pica (un comportamiento compulsivo mano a boca, aunado a la ingesta de objetos que no se consideran alimentos) se encuentran en un riesgo mayor de presentar niveles altos de plomo.
- Los niños tienen una tasa de ventilación mayor que los adultos, por lo que inhalan un mayor volumen de aire por kilogramo de peso.
- Al tener una talla menor, los niños inhalan más fácilmente que los adultos polvo y tierra que están cerca de la superficie y contaminados con plomo.
- Además, se estima que el porcentaje de plomo absorbido en el aparato digestivo, especialmente en un estómago vacío, es de 5 a 10 veces mayor en los infantes y en los niños pequeños que en los adultos (Alexander et ál. 1974; Chamberlain et ál. 1978; James et ál. 1985; Ziegler et ál. 1978 citados en ATSDR 1999).
- Una deficiencia de hierro, calcio, zinc, y ascorbato aumenta la absorción gastrointestinal de plomo en los niños (Mahaffey et ál. 1990 citados en AAP 1993).
Los niños son más sensibles que los adultos a niveles elevados de plomo en sangre. Los cerebros y sistemas nerviosos en desarrollo de los niños (y otros sistemas) son muy sensibles al plomo.
- Se ha asociado la exposición de los niños al plomo con:
- Un mayor ausentismo en la escuela Secundaria y Preparatoria.
- Calificaciones menores.
- Resultados más bajos en manejo del vocabulario y razonamiento verbal.
- Un mayor tiempo de reacción.
- Una mala coordinación entre manos y ojos (AAP, 1993),.
- El desarrollo incompleto de la barrera hemato-encefálica en los fetos y en niños muy pequeños (de hasta 36 meses de edad) aumenta el riesgo de que el plomo ingrese al sistema nervioso en desarrollo, lo cual puede dar como resultado desórdenes permanentes o prolongados, a nivel neurológico y de comportamiento.
- El exponer a los niños al plomo puede afectar adversamente su sistema excretor, endocrino y hematológico.
No hay un umbral de exposición (indicado por los niveles de plomo en sangre) para muchos de estos efectos. No se ha identificado ningún umbral de exposición al plomo para niños.
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Adultos
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Aunque los niños se encuentran en un riesgo mayor, los adultos expuestos al plomo pueden también sufrir efectos adversos en su salud.
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La mayor parte de los casos en adultos son de naturaleza ocupacional y ocurren en las industrias relacionadas con el plomo, tales como las industrias manufactureras y de refinación.
- Una fuente común de exposición al plomo para los adultos es la remodelación de hogares, sobre todo la que involucra la remoción o el descaramiento de pinturas que contienen plomo. Este tipo de renovación debería realizarse por personal certificado, o bien después de haber recibido el entrenamiento apropiado.
- Algunos adultos también pueden exponerse al plomo al realizar ciertos pasatiempos y actividades. Algunos ejemplos incluyen
- La pintura artística.
- La reparación de autos.
- La soldadura electrónica.
- La soldadura de metales o vidrio.
- La fabricación de cerámica vidriada.
- El moldeo de balas, postas o lastres para pesca.
- La elaboración de vitrales.
- El tiro al blanco.
- Los trabajadores pueden inhalar polvos de plomo y vapores de óxido de plomo. También pueden comer, beber y fumar en áreas contaminadas, aumentando la probabilidad de que ingieran plomo.
- Entre 0.5 y 1.5 millones de trabajadores de Estados Unidos se encuentran expuestos al plomo en sus trabajos (ATSDR, 1999).
- Los trabajadores pueden llevar a sus hogares polvo de plomo en su piel, zapatos y ropa, exponiendo a los miembros de su familia sin darse cuenta. Esto puede evitarse si los trabajadores se duchan y se cambian de ropa antes de salir de su centro de trabajo.
- También aumentan su riesgo de exposición al plomo las personas que usan pinturas, pigmentos, maquillaje facial, o tintes para el cabello que tengan plomo o acetato de plomo. Ciertos cosméticos, como el surma sindhoor y kohl, populares en ciertos países asiáticos, contienen plomo.
- Los efectos sobre la salud experimentados por los adultos son similares a los experimentados por los niños, aunque en aquellos los umbrales de exposición son generalmente mayores.
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